BioBlitz, una mirada a la naturaleza
La primera vez que escuché del término BioBlitz fue en 2018 cuando participé en uno, para mí, fue una experiencia de aquellas que son capaces de cambiar la mirada, veinticuatro horas viviendo rodeada de naturaleza absoluta, explorando en distintos equipos lugares que creí conocer (y que en realidad me había limitado a ver superficialmente). Nos adentramos a observar a detalle la naturaleza, al finalizar aquel BioBlitz no solo había adquirido algunas habilidades de campo y conocimientos sobre especies del grupo taxonómico de ictiología (grupo al que pertenecí), sino había sido capaz de conectar con ese entorno en concreto, aquello que anteriormente me parecía únicamente un bello paisaje, cambio a partir de ese momento, y se convirtió en lo que realmente es, un albergue de infinita vida
The National Geographic Society lo describe como “evento que se enfoca en encontrar e identificar tantas especies como sea posible en un área específica durante un tiempo corto, puede ocurrir en casi cualquier área geográfica, y reúne a científicos y miembros de la comunidad”. En 1996 se acuñó el término BioBlitz (Bio=vida y Blitz=ataque por sorpresa) en el primer evento de este tipo realizado en Kenilworth Park y jardines acuáticos en Washington, D.C, desde entonces ocurren BioBlitz a lo largo de todo el mundo, el éxito de estos eventos radica en la diversión que traen consigo, pues no pretenden ser inventarios exhaustivos, sino son básicamente una celebración de la biodiversidad, se realizan en campo, al aire libre reuniendo a familias, niños, jóvenes, naturalistas, científicos y demás miembros de la comunidad quienes suman esfuerzos y colaboran para capturar una fotografía instantánea de la biodiversidad.
Y es entonces que la magia empieza porque niñas y niños deciden su vocación a partir de experiencias como estas, y ciudadanos descubren la riqueza de especies que se esconden en los patios traseros de sus hogares, al estar tan cerca de la biodiversidad es ineludible apreciar las amenazas que esta enfrenta, y acto seguido, flexionar sobre sus implicancias. Es así como, aunque invisible y silencioso, se construye un vínculo tipo naturaleza-sociedad a través del cual los participantes pueden asumir compromisos para proteger aquella biodiversidad que se desvela ante sus ojos.
The National Geographic Society lo describe como “evento que se enfoca en encontrar e identificar tantas especies como sea posible en un área específica durante un tiempo corto, puede ocurrir en casi cualquier área geográfica, y reúne a científicos y miembros de la comunidad”. En 1996 se acuñó el término BioBlitz (Bio=vida y Blitz=ataque por sorpresa) en el primer evento de este tipo realizado en Kenilworth Park y jardines acuáticos en Washington, D.C, desde entonces ocurren BioBlitz a lo largo de todo el mundo, el éxito de estos eventos radica en la diversión que traen consigo, pues no pretenden ser inventarios exhaustivos, sino son básicamente una celebración de la biodiversidad, se realizan en campo, al aire libre reuniendo a familias, niños, jóvenes, naturalistas, científicos y demás miembros de la comunidad quienes suman esfuerzos y colaboran para capturar una fotografía instantánea de la biodiversidad.
Y es entonces que la magia empieza porque niñas y niños deciden su vocación a partir de experiencias como estas, y ciudadanos descubren la riqueza de especies que se esconden en los patios traseros de sus hogares, al estar tan cerca de la biodiversidad es ineludible apreciar las amenazas que esta enfrenta, y acto seguido, flexionar sobre sus implicancias. Es así como, aunque invisible y silencioso, se construye un vínculo tipo naturaleza-sociedad a través del cual los participantes pueden asumir compromisos para proteger aquella biodiversidad que se desvela ante sus ojos.
La innovación es pieza clave en estos eventos, I-naturalist (red social en línea de personas que comparten información sobre biodiversidad) es un recurso cada vez más empleado en los BioBlitz, con la finalidad de compartir los registros, pues además de construir bases de datos, facilita la identificación de especies, y conecta a observadores desde diferentes contextos.
En apariencia puede resultar complicado organizar un BioBlitz, no obstante; existen muchas facilidades para su realización, ya que, además contar con guías, testimonios, artículos de difusión entre otros documentos disponibles en línea, mantienen su peculiaridad... son voluntarios y colaborativos.
En apariencia puede resultar complicado organizar un BioBlitz, no obstante; existen muchas facilidades para su realización, ya que, además contar con guías, testimonios, artículos de difusión entre otros documentos disponibles en línea, mantienen su peculiaridad... son voluntarios y colaborativos.
En noviembre de 2019, participé en la organización de un BioBlitz Escolar llevado a cabo por la ONG Grupo RANA, a través del financiamiento de NatGeo Explorer, dentro de la Reserva Nacional de Junín, área natural protegida por el estado peruano, que conserva la flora y fauna silvestre del lago Junín, el lago más alto y el segundo más grande del Perú, reconocido como sitio RAMSAR. En este evento se registraron 103 especies de las cuales 77 se compartieron en I-naturalist, gracias al trabajo colaborativo de 99 participantes, entre especialistas, escolares, voluntarios, madres y padres de familia, guardaparques, y voluntarios, de los cuales el 80% eran locales, quienes pueden incidir en la toma de decisiones a favor de la conservación e incluso pueden involucrarse activamente y colaborar con acciones de conservación de la Reserva.
Y dime, ¿te animas a ver de más cerca tu entorno? Puedes participar en un BioBlitz u organizar uno, tu eliges.
Un resumen muy motivador. Gracias
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